Recuerdo que descubrí a Robin Givens en una de mis películas favoritas de Eddie Murphy: «Boomerang, el príncipe de las mujeres», película mítica no solo por unir a tres de los humoristas afroamericanos más notorios del momento como lo eran Murphy, David Alan Grier y Martin Lawrence, y mostrarnos una especie de autoretrato de lo que era la vida real del pitoinquieto de Eddie Murphy, sino también por congregar a dos de los bellezones de ébano que más despuntaban en el mundo del cine de la época: Robin Givens y Halle Berry (aún sin consolidarse como la estrella que es ahora), cada una representando el ying y el yang de las relaciones amorosas de Marcus (Murphy). Pero la Givens más que por sus aportaciones interpretativas en el mundo del cine (su tirón era producido más por el morbazo que tenía que por su calidad como actriz) debe su fama a la intensa relación que mantuvo con el campeón de los pesos pesados de boxeo Mike Tyson.
Robin Givens antes de conseguir un papel de importancia en una película había probado suerte apareciendo como extra en cine y televisión (entre ellas series icónicas de la cultura afroamericana como «El Show de Bill Cosby» y «Arnold») hasta conseguir un papel importante en la sitcom «Head of the class» en el año 1986. Un año después conocería a Mike Tyson con quien se casaría en 1988. Su relación no tardó en hacerse de dominio público, siendo seguida por los medios de comunicación y la prensa rosa además de ser explotada por la pareja en multitud de entrevistas como la que realizaron para el programa de Oprah Winfrey. El matrimonio que en un principio fue mostrado como una relación feliz tan solo duró un año. La Givens durante el matrimonio compró una mansión de 4,5 millones de dólares para ella y su madre probablemente aprovechándose de la fortuna del púgil (estimada entonces en unos 50 millones de dólares), por lo que durante el proceso de divorcio de la pareja Tyson alegó el interés de la Givens en su capital y ella por su parte alegó haber sufrido malos tratos por parte del boxeador (dato que sirvió como agravante para la pena de tres años de prisión a la que Tyson se vio sometido en 1991 por abusar sexualmente de la Miss USA, Desiree Washington). Finalmente Robin Givens recibió, fruto del divorcio, 10 millones de dólares de la fortuna de Tyson, cosa que aunque ella intentó negar no le sirvió para evitar labrarse una fama de zorrupia aprovechada por la que en aquel momento fue considerada como «la mujer más odiada de los USA» por la prensa sensacionalista.
Mike Tyson y Robin Givens en el punto de mira
Pero por supuesto su status de zorrón hollywoodiense no se debe solo a la relación que mantuvo con Tyson ya que entre sus múltiples presas dentro del mundillo se cuentan nombres como los de Brad Pitt, el dj radiofónico Howard Stern y por supuesto, dado que apareció en «Boomerang», también mantuvo el inevitable affair con el imparable follador Eddie Murphy. En 1997 decidió sentar la cabeza (o eso se supone) con su profesor de tenis Svetozar Marinkovic, cuyo proceso de divorcio se supone que es inminente. Por otra parte el último sonado escándalo mediático dado por la Givens se dio en 2004, año en que atropelló a una anciana de 89 años, la cual tuvo que iniciar un pleito legal contra la star debido a que fueron levantados los cargos en su contra.
Con un desaliñado Brad Pitt
Aunque siga yendo de mujer superdivina hay que decir que la Givens no está envejeciendo tan bien como debe suponer, al menos a mí ya no me despierta ese morbo que me despertaba a principios de los noventa. Otras compañeras de generación que se han ganado a pulso el ser consideradas morenazas de culto como la Berry, Vanessa Williams o Lisa Bonet (a pesar de las ojeras que suele lucir) han sobrepasado la línea de los 40 bastante mas estupendas y con bastante más dignidad, y ni que decir tiene lo de la preciosa Angela Bassett que ya ha soplado las 51 velas. De todas formas Robin Givens es por derecho propio una figura de culto puesto que además del deseo sexual que desprendió, terminó por convertirse en una de las grandes zorrupias del Hollywood de finales de siglo.
Para terminar os dejo con unos bonitos posados que realizó para Playboy en septiembre de 1994 como Dios la trajo al mundo y un par de artículos y portadas de la revista People sobre su relación con Mike Tyson.
Fotografías para la revista Playboy
Portada y artículo de la revista People de Junio de 1988
Portada y artículo de la revista People de septiembre de 1988