Quienes leyeseis el blog con asiduidad os habréis dado cuenta de que la actividad había cesado de forma alarmante desde hace algún tiempo. Es evidente que ya no me preocupo demasiado por mantener el blog y para ser sincero me estaba empezando a dar pereza por la presión que yo mismo me había autoimpuesto con él. Como dije cuando abrí el blog, esta etapa bloguera la llevé a cabo para pasar el rato (cosa que terminó en parte por no ser así) y que era muy probable que se acabase tarde o temprano. Puesto que mi vida personal me impide volcarme al cien por cien con un blog y que ya me he cansado de éste, doy por concluida la actividad en él. No descartaré la posibilidad de un regreso (siempre me pasa lo mismo) pero de hacerlo lo más probable es que sea a través de otro espacio y de una forma más sencilla.
En fin, un saludo a todos y a seguir disfrutando de la vida!
El Confesionario II 
